El ánodo es una pieza muy importante para la protección contra la corrosión por electrolisis entre el motor fueraborda y el agua marina.

Su función es la de concentrar la reacción de electrólisis en el ánodo sustituible, evitando así que se corroan las partes metálicas del motor, que sin este importante componente podrían deteriorarse hasta provocar averías graves y comprometer la integridad del motor, por lo que deben sustituirse una vez que empiezan a estar picadas para asegurar la protección de las partes vulnerables a la corrosión.

En barcos que estén la mayor parte del tiempo en agua salada en pantalán o fondeos es recomendable su sustitución cada año.

El material de los ánodos originales Yamaha es de Magnesio, que ofrece mayor protección que los de zinc.